domingo, 20 de agosto de 2017


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Diencéfalo

El diencéfalo es la parte del encéfalo situada entre el telencéfalo y el mesencéfalo (cerebro medio).12

Partes anatómicas[editar]

  • Hipotálamo: es un pequeño órgano situado dentro del lóbulo temporal intermedio del cerebro y de la memoria. Forma la base del tálamo, donde se localiza la hipófisis, glándula con función neuroendocrina, que regula el funcionamiento de todo el sistema hormonal. Además, el hipotála­mo controla las funciones viscerales autónomas e impulsos sexuales y constituye el centro del apetito, de la sed y del sueño.
  • Subtálamo: Aquí se encuentra: Núcleo rojo y sustancia gris.
  • Tálamo: Está formado por dos masas voluminosas situadas bajo los hemisferios cerebrales. Cons­tituye la vía de entrada para todos los estímulos sensoriales excepto el olfatorio. Está conectado con la corteza y filtra los estímulos que llegan a ella y es el centro donde residen las emociones y sentimientos.
  • Epitálamo: Estructura diencefálica situada sobre el tálamo. Comprende: glándula pineal, núcleos habenulares y estrías medulares.
  • Metatálamo. Está constituido por el cuerpo geniculado medial y el cuerpo geniculado lateral en cada lado. El cuerpo geniculado medial actúa como una estación de retransmisión de los impulsos nerviosos entre el pedúnculo inferior y la corteza auditiva. El cuerpo geniculado lateral acomoda las terminaciones de las fibras de la vía óptica.
  • Tercer ventrículo: Ocupa el interior del diencéfalo y se comunica con los ventrículos cerebrales laterales a través de los agujeros de Monro. El techo del tercer ventrículo se denomina epitálamo, y en él se localiza la epífisis o glándula pineal. y es un tejido conectivo.
  • ¿Qué es el diencéfalo?

    El diencéfalo es una parte del cerebro que se sitúa en su región medial. Este nombre hace referencia a la parte del tubo neural que da lugar a diversas estructuras cerebrales a medida que progresa el desarrollo embrionario.
    En concreto, una vez diferenciadas, las partes principales del diencéfalo son el tálamo, el hipotálamo, el epitálamo, el subtálamo y la retina. Asimismo la glándula pituitaria o hipófisis está unida al hipotálamo, y el nervio óptico también conecta con el diencéfalo.
    La cavidad formada por estas estructuras es el tercer ventrículo, que amortigua los efectos de los traumatismos que podrían dañarlas. La arteria cerebral posterior y el polígono de Willis permiten la irrigación sanguínea del diencéfalo.

Partes del cerebro y del encéfalo

El encéfalo es la parte del sistema nervioso central que se sitúa en la cavidad craneana, en contraposición a la médula espinal. Este órgano está compuesto por el cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico.
El diencéfalo se desarrolla a partir del prosencéfalo o cerebro anterior, una de las tres partes del encéfalo al inicio del desarrollo embrionario del sistema nervioso. Las otras dos secciones iniciales son el mesencéfalo, que unirá las distintas partes del cerebro, y el rombencéfalo, que dará lugar al cerebelo, al bulbo raquídeo y a la protuberancia.
A medida que el feto crece el prosencéfalo se divide en el diencéfalo y el telencéfalo; a partir de éste se desarrollarán los hemisferios cerebrales, a los ganglios basales y al sistema límbico, incluyendo la amígdala. Describimos las secciones del diencéfalo en el apartado siguiente.

Estructura y funciones del diencéfalo

La región cerebral que conocemos como diencéfalo está compuesta por diversas estructuras. Estas se encuentran conectadas entre ellas y con el resto del sistema nervioso, tanto a nivel cortical como subcortical. 
También es muy relevante su relación con el sistema endocrino, conformado por glándulas que secretan hormonas en la sangre.

Resultado de imagen de cerebelo
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Cerebelo

El cerebelo es una región del encéfalo cuya función principal es de integrar las vías sensitivas y las vías motoras. Existe una gran cantidad de haces nerviosos que conectan el cerebelo con otras estructuras encefálicas y con la médula espinal. El cerebelo integra toda la información recibida para precisar y controlar las órdenes que la corteza cerebral envía al aparato locomotor a través de las vías motoras. Es el regulador del temblor fisiológico.
Por ello, lesiones a nivel del cerebelo no suelen causar parálisis pero sí desórdenes relacionados con la ejecución de movimientos precisos, mantenimiento del equilibrio, la postura y aprendizaje motor. Los primeros estudios realizados por fisiólogos en el siglo XVIII indicaban que aquellos pacientes con daño cerebelar mostraban problemas de coordinación motora y movimiento. Durante el siglo XIX comenzaron a realizarse los primeros experimentos funcionales, causando lesiones o ablaciones cerebelares en animales. Los fisiólogos observaban que tales lesiones generaban movimientos extraños y torpes, descoordinación y debilidad muscular. Estas observaciones y estudios llevaron a la conclusión de que el cerebelo era un órgano encargado del control de la motricidad.1​ Sin embargo, las investigaciones modernas han mostrado que el cerebelo tiene un papel más amplio, estando así relacionado con ciertas funciones cognitivas como la atención y el procesamiento del lenguaje, la música, el aprendizaje y otros estímulos sensoriales temporales.

Características generales

El cerebelo es un órgano impar y medio, situado en la fosa craneal posterior, dorsal al tronco del encéfalo e inferior al lóbulo occipital. Presenta una porción central e impar, el vermis, y otras dos porciones mucho mayores que se extienden a ambos lados, los hemisferios.
La organización celular de la corteza cerebelosa es muy uniforme, con las neuronas dispuestas en tres capas o estratos bien definidos. Esta organización tan uniforme permite que las conexiones nerviosas sean relativamente fáciles de estudiar. Para hacerse una idea general de las conexiones neuronales que se dan en la corteza cerebelosa, cabe imaginarse una hilera de árboles con cables uniendo las ramas de cada uno con las del siguiente.

Desarrollo

Al igual que el resto del sistema nervioso central y la piel, el cerebelo deriva de la capa ectodérmica del disco germinativotrilaminar.
Durante las fases más tempranas del desarrollo embrionario, el tercio cefálico del tubo neural presenta tres dilataciones (vesículas encefálicas primarias) lo que nos permite dividirlo en tres segmentos distintos: prosencéfalomesencéfalo y rombencéfalo. El rombencéfalo es el segmento más caudal, y cuando el embrión tiene 5 semanas se divide en dos porciones: el metencéfalo, y el mielencéfalo. El metencéfalo es la porción más cefálica y dará lugar a la protuberancia (puente) y al cerebelo, mientras que del mielencéfalo se originará la médula oblongada (bulbo raquídeo). El límite entre estas dos porciones está marcado por la curvatura protuberencial.
Al igual que todas las estructuras que derivan del tubo neural, el metencéfalo está constituido por placas alares y basales separadas por el surco limitante. Las placas alares contienen núcleos sensitivos que se dividen en tres grupos: el grupo aferente somático lateral, el grupo aferente visceral especial y el grupo aferente visceral general. Las placas basales contienen núcleos motores que se dividen en tres grupos: el grupo eferente somático medial, el grupo eferente visceral especial y el grupo eferente visceral general.
Visión posterior del mesencéfalo y del rombencéfalo. El rombencéfalo ya está divido en mielencéfalo y metencéfalo, y se ven los primeros esbozos de lo que será el cerebelo (placa cerebelosa).
Las porciones dorsolaterales de las placas alares se incurvan en sentido medial para formar los labios rómbicos. En la porción caudal del mesencéfalo, los labios rómbicos están muy separados, pero en la porción cefálica se aproximan a la línea media. Al ir profundizando el pliegue protuberencial, los labios rómbicos se comprimen en dirección cefalo-caudal y forman la placa cerebelosa. A las 12 semanas del desarrollo, en la placa cerebelosa se aprecia la existencia de tres porciones: el vermis, en la línea media, y dos hemisferios, a ambos lados. Al poco tiempo, una fisura transversal separa el nódulo del resto del vermis y los flóculos del resto de los hemisferios.
Inicialmente, la placa cerebelosa está compuesta por tres capas, que de profunda a superficial son: capa neuroepitelialcapa del manto y capa marginal. Aproximadamente a las 12 semanas del desarrollo, algunas células originadas en la capa neuroepitelial emigran hacia la zona más superficial de la capa marginal. Estas células conservan la capacidad de dividirse y empiezan a proliferar en la superficie donde acaban formando la capa granulosa externa. En el embrión de 6 meses, la capa granulosa externa comienza a diferenciarse en diversos tipos celulares que emigran hacia el interior para pasar entre las células de Purkinje y dar origen a la capa granular interna. La capa granulosa externa termina por quedarse sin células y da origen a la capa molecular. Las células en cesta y las células estrelladas provienen de células que proliferan en la sustancia blanca (capa marginal).
Los núcleos cerebelosos profundos, como el núcleo dentado, se sitúan en su posición definitiva antes del nacimiento mientras que la corteza del cerebelo alcanza su desarrollo completo después del nacimiento.
Resultado de imagen de tallo cerebral
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Tallo cerebral

Tallo cerebral

El cerebro es un órgano extremadamente vital y sensible. El estudio del sistema nervioso y las distintas áreas del cerebro y sus funciones son parte del ámbito de la neurología. El cerebro entero está compuesto de muchas partes  y  las funciones diferentes. El tallo cerebral es una parte del cerebro y la médula espinal – es la parte más inferior del cerebro y la parte superior de la médula espinal. Se encuentra en la parte inferior y posterior del cerebro y se adjunta con la médula espinal de tal manera que a menudo se considera una continuación de la médula espinal. En cierto modo, el tronco cerebral conecta el cerebro y la médula espinal. El vástago del cerebro entero está formado por el cerebro posterior y el cerebro medio. Las principales funciones madres del cerebro se refiere al  suministro de los nervios motores y sensoriales  craneales en la cara y el cuello. Echemos un vistazo a la estructura básica del tronco del encéfalo antes de proceder a sus funciones.

Anatomía del tallo cerebral
Como se discutió anteriormente, el tronco cerebral consiste del cerebro posterior y el cerebro medio. El cerebro posterior contiene la médula, la protuberancia y la formación reticular. La médula es responsable de regular diversos procesos vitales autónomas, tales como la respiración, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, etc Se encuentra justo en la parte superior de la médula espinal. El puente de Varolio actúa como un conector para unir a la médula y el cerebelo juntos y la función  es de coordinar los movimientos a la izquierda, así como a la derecha del cuerpo. El control motórico es una función del cerebelo importante. La formación reticular, es  una red de los nervios y su función es regular la atención y la conciencia mediante el control del estado de la alerta y el sueño. El cerebro posterior se compone de la parte inferior del tronco del encéfalo.
El cerebro medio consta de tres partes: el Tectum, el tegmento y los pares de los pedúnculos cerebrales. El tectum es responsable de regular los sentidos de la vista y el oído. El tegmento es el contenedor de varias zonas, la formación reticular y el núcleo. Los pares de los pedúnculos cerebrales transmiten los los axones correspondientes a las neuronas motoras superiores. Ciertas partes del cerebro medio, conocidas como el núcleo rojo y la sustancia negra, son responsables de regular los movimientos del cuerpo. La sustancia negra contiene un gran número de las neuronas que producen la dopamina y la degeneración de estas mismas neuronas  está firmemente demostrado, de que tienen la asociación con la enfermedad de Parkinson. El cerebro medio compone la parte superior del tronco cerebral.
Como se puede observar la función del tronco cerebral más prominente es el de controlar y regular los procesos motores y sensoriales del cuerpo, una lesión del tallo cerebral o un trastorno a menudo se manifiestan como cualquiera de los siguientes síntomas: –
  • La disfagia
  • La apnea del sueño
  • El insomnio
  • Los trastornos del habla
  • La dificultad para respirar
  • El equilibrio y la coordinación distorsionada de las extremidades
  • El vértigo
  • La inconsciencia
  • La amnesia
  • La parálisis
  • El estado vegetativo
Las funciones del tronco cerebral
Las funciones del tronco cerebral son muy significativas. El tallo cerebral es responsable de  reglamentar  las siguientes funciones del cuerpo humano:
  • La vigilancia
  • La atención
  • La excitación
  • La respiración
  • La frecuencia cardíaca
  • La presión arterial
  • Transmite la información y las señales comunes entre los nervios periféricos y la médula espinal con el cerebro superior
  • Otras funciones autónomas tales como la digestión, la salivación, la sudoración, la dilatación o la contracción de las pupilas, la orina, etc.
Entre ellas, las funciones del cerebro bajo se refiere a la regulación de las funciones vitales autonómicas, mientras que la función madre  del cerebro superior se refiere  a la reglamentación de los sentidos de la vista y el oído, junto con el estado de la alerta, la conciencia y el sueño.
Ese fue un simple esbozo de la función y la estructura del tallo cerebral. Desde esta parte está conectado tanto al cerebro compuesto, así como a la médula espinal, una lesión cerebral que afecta el tallo cerebral a menudo tiene consecuencias muy graves. El cerebro es un territorio interesante y enigmático y si usted lee acerca de los diversos datos interesantes sobre el cerebro, usted se sorprenderá de lo que toda esta masa suave de los tejidos y la maraña de los nervios  hace y es capaz de hacer.

M.E


Inervacion de la M.E

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M.E

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Partes de la médula espinal – Anatomía


Médula Espinal

Médula Espinal

La médula espinal es un largo cordón blanco localizado en el canal vertebral y es la encargada de llevar impulsos nerviosos a los 31 pares de nervios raquídeos, comunicando el encéfalo con el cuerpo, mediante dos funciones básicas: la aferente, en la que son llevadas sensaciones del troncocuello y los cuatro miembros hacia el cerebro, y la eferente, en la que el cerebro ordena a los órganos efectores realizar determinada acción, llevando estos impulsos hacia el tronco, cuello y miembros. Entre sus funciones también encontramos el control de movimientos inmediatos y vegetativos, como el acto reflejo, el sistema nervioso central, simpático y parasimpático.

La médula espinal es un haz tubular que contiene una estructura delgada y larga de tejido nervioso y células de apoyo. Esta región del cuerpo abarca una gran parte del organismo. Concretamente, se desliza desde el bulbo raquídeo del tronco del encéfalo(cerebro) hasta la región lumbar.

La función principal de la médula espinal consiste en transmitir impulsos nerviosos a los 31 pares de nervios del bulbo raquídeo. De este modo, la médula espinal es la región encargada de comunicar el encéfalo con el cuerpo.

La comunicación entre organismo y cerebro se realiza mediante dos mecanismos de transmisión principal: la función aferente que envía impulsos nerviosos desde el tronco, el cuello y las extremidades hacia el cerebro y la función eferente que transporta señales desde el cerebro hacía distintas regiones del cuerpo.
La médula espinal es una de las estructuras del organismo que cuenta con un mayor estudio y análisis tanto sobre su anatomía como de sus funciones principales. Se establece que resulta una de la regiones más importantes y comprometidas del cuerpo.
Anatómicamente, la médula espinal posee dos elementos principales de estudio: su anatomía externa y su anatomía interna.
La anatomía externa hace referencia a las cualidades de las regiones superficiales de la médula espinal, mientras que la anatomía interna hace referencia a las estructuras y sustancias que alberga la médula espinal en su interior.
En este sentido, cabe destacar que la médula espinal es una estructura altamente compleja. Posee múltiples elementos tanto en su interior como en su exterior, así como múltiples propiedades que resultan científicamente relevantes.
El estudio de las propiedades anatómicas de la médula espinal ha permitido incrementar el conocimiento sobre las características de esta delicada estructura del organismo.
Así mismo, también ha permitido identificar el funcionamiento de la médula espinal y detectar las posibles lesiones o afecciones que se pueden producir en esta parte del organismo.
Ante todo, cabe destacar que la médula espinal es el tejido nervioso más extenso del cuerpo humano. De hecho, los axones de las neuronas que alberga en su interior pueden alcanzar hasta un metro de largo, siendo mucho más grandes que las neuronas del cerebro.
Aproximadamente, la médula espinal pesa unos treinta gramos en total, y en su completo desarrollo puede alcanzar una longitud de entre 40 y 45 centímetros.
La longitud de la médula espinal parece ser algo más elevada en los hombres (45 centímetros) que en la mujeres (43 centímetros). Este hecho se debe a que el organismo de los hombres tiende a resultar algo más alto que el de las mujeres.
La médula espinal se ubica dentro del hueso intravertebral llamado conducto raquídeo, el cual se localiza desde el agujero magno hasta la primera o la segunda vértebra lumbar.
De este modo, la médula espinal de un recién nacido alcanza la vértebra lumbar tres y en los embriones la médula espinal se encuentra hasta la base del cóccix del cuerpo. Atendiendo a estos datos, se pone de manifiesto que la médula espinal es una de las primeras regiones del cuerpo en formarse.
La médula espinal presenta una forma cilíndrica en los segmentos cervical superior y ventral. En cambio, adopta una forma ovoide con un diámetro transverso mayor que el anverso en los segmentos cervical inferior y torácico.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la médula espinal resulta una estructura asimétrica en la mayoría de las personas. Es decir, esta tiende a ser más grande en el hemicuerpo derecho de los individuos.
Otros elementos importantes acerca de las propiedades anatómicas externas de la médula espinal son: las caras y las membranas.

sábado, 19 de agosto de 2017

Video del S.N.P


S.N.P

Resultado de imagen para sistema nervioso periférico

S.N.P

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Sistema nervioso periférico


Sistema nervioso central y sistema nervioso periférico

El sistema nervioso periférico (SNP) es el aparato del sistema nervioso formado por nervios y neuronas que residen o se extienden fuera del sistema nervioso central (SNC), hacia los miembros y órganos.1​ La función principal del SNP es conectar el SNC a los miembros y órganos. La diferencia entre este y el SNC está en que el sistema nervioso periférico no está protegido por huesos o por la barrera hematoencefálica, lo que permite la exposición a toxinas y daños mecánicos. El sistema nervioso periférico es, así, el que coordina, regula e integra nuestros órganos internos, por medio de los axones. 23​ En algunos textos se considera que el sistema nervioso autónomo es una subdivisión del sistema nervioso periférico, pero esto es incorrecto ya que, en su recorrido, algunas neuronas del sistema nervioso autónomo pueden pasar tanto por el sistema nervioso central como por el periférico, lo cual ocurre también en el sistema nervioso somático. La división entre sistema nervioso central y periférico tiene solamente fines anatómicos. Está compuesto por 12 pares de nervios craneales y 31 pares de nervios espinales. En el sistema nervioso periférico (SNP) las células de Schwann ayudan a guiar el crecimiento de los axones y a la regeneración de las lesiones (neurapraxia y axonotmesis, pero no en la neurotmesis).

El sistema nervioso humano se divide en sistema nervioso central y sistema nervioso periférico. El sistema nervioso central incluye el cerebro y la médula espinal, mientras que el sistema nervioso periférico es el que se encuentra fuera de éste. De hecho, “periférico” en anatomía tiene un significado contrario a “central”.

El sistema nervioso periférico comprende todos los nervios que se ramifican desde el cerebro y la médula espinal hacia otras partes del cuerpo. Incluye los nervios craneales, los nervios espinales, los nervios periféricos y las uniones neuromusculares.
Los nervios son cordones de sustancia blanca que se ramifican en axones y/o dendritas. Éstos trasmiten información sensorial y motora desde el cerebro hacia la periferia y en sentido inverso.
Por otro lado, los ganglios están formados por grupos de neuronas; y se encuentran fuera del encéfalo y de la médula espinal.
La función principal del sistema nervioso periférico es conectar al sistema nervioso central con los órganos, extremidades y la piel. 
Esto permite que el cerebro y la médula espinal puedan tanto recibir como enviar información a otras áreas del cuerpo. De esta forma, permite que podamos reaccionar a estímulos del ambiente.
En el sistema nervioso periférico la información se transmite por haces de fibras nerviosas o axones. En algunos casos estos nervios son muy pequeños, sin embargo, en otros pueden alcanzar un tamaño que el ojo humano puede captar.

Partes del sistema nervioso periférico


Nervios del sistema nervioso periférico


El sistema nervioso periférico está formado por 12 pares de nervios craneales y 31 pares de nervios espinales.

Nervios craneales

Se originan en el cerebro, y forman parte de la cabeza y el cuello. Su función puede ser sensitiva, motora o mixta.
De esta forma, algunos de estos pares de nervios son exclusivamente células sensoriales. Por ejemplo, aquellas que detectan información del olfato y la visión.
Otros pares de nervios son exclusivamente células motoras, como las existentes en los músculos oculares. También hay pares de nervios que tienen tanto las células sensoriales y motoras, por ejemplo, aquellos implicados en el gusto o en la deglución.
A continuación, se enumeran los nervios craneales y sus funciones:
I. Nervio olfatorio: es un nervio sensorial que lleva los impulsos de olor al cerebro.
II. Nervio óptico: es el encargado de enviar los estímulos visuales hasta el cerebro.
III. Nervio oculomotor: transmite información a los músculos oculares externos, lo que ayuda a dirigir la posición del globo ocular. También son los músculos constrictores del iris y de la musculatura ciliar.
IV. Nervio troclear: es un nervio motor que transporta los impulsos al músculo oblicuo mayor del ojo.
V. Nervio trigémino: es un nervio mixto que produce sensaciones generales de tacto, temperatura y dolor. Posee diferentes ramas.
En la rama oftálmica se relaciona con la frente, el ojo y la cavidad nasal superior. En la rama maxilar se asocia con la sensación de la cavidad nasal inferior, la cara, los dientes superiores y la mucosa de la parte superior de la boca.
Y en la rama mandibular, se vincula con las superficies de las mandíbulas, los dientes inferiores, y mucosa inferior de la boca. Así como el gusto en la parte anterior de la lengua.
El nervio trigémino en su función motora se relaciona con los músculos de las mandíbulas. Además de funcionar como tensor del tímpano, del paladar y del músculo digástrico (movimiento de la mandíbula).
VI. Nervio abducente: también es un nervio mixto, aunque principalmente motor. Lleva los impulsos al músculo recto externo del ojo.
VII. Nervio facial: es un nervio mixto y transporta las sensaciones gustativas de la lengua. También controla impulsos en varios músculos de la cara. Como el lagrimal, submandibular y las glándulas sublinguales.
VIII. Nervio vestíbulo coclear o auditivo: es un nervio muy importante ya que se encarga de trasladar los impulsos auditivos al cerebro. Aunque también maneja las sensaciones de equilibrio. Las células implicadas son las ciliadas del órgano de Corti y las del aparato vestibular.
IX. Nervio glosofanríngeo: es mixto y lleva la información de la piel del oído externo y de las membranas mucosas de la región faríngea. Así como del oído medio, y del tercio posterior de la lengua. En su función motora, se relaciona con el músculo estriado de la faringe, que ayuda a tragar.
X. Nervio vago: es un nervio mixto que lleva los impulsos desde la faringe, laringe y otros órganos más internos hacia el cerebro. Las fibras motoras de este nervio transmiten información al intestino, al corazón, a las estructuras respiratorias. Así como a los músculos estriados del paladar, faringe y laringe.
XI. Nervio accesorio: tiene una función motora. Se asocia con los músculos de las vísceras torácicas y abdominales, así como con los músculos de la espalda (esternocleidomastoideo y parte del trapecio).
XII. Hipogloso: es principalmente un nervio motor, y transmite impulsos a los músculos de la lengua y de la garganta.

Nervios espinales o raquídeos

Se ramifican desde la médula espinal hacia el resto del cuerpo. Como se mencionó anteriormente, existen 31 pares. Se distribuyen en 8 cervicales (cuello), 12 torácicos (pecho), 5 lumbares (parte baja de la espalda), 5 sacros (hueso sacro) y 1 coccígeo (coxis).
Cada nervio espinal se une a la médula a través de dos raíces: una raíz sensorial dorsal (posterior) y una raíz ventral (anterior).
Las fibras de la raíz sensorial transmiten impulsos de dolor, temperatura, tacto y sentido de la posición proveniente de las articulaciones, tendones y superficies del cuerpo.
Además, envían información sensorial del tronco y extremidades a través de la médula espinal, llegando al sistema nervioso central. Los nervios llevan información sobre la piel a regiones específicas del cuerpo que se denominan dermatomas.
Las raíces ventrales son las que tienen fibras motoras. Transmiten información sobre el estado de las articulaciones y controlan la musculatura esquelética.
Cada par de nervio raquídeo tiene el mismo nombre del segmento de la médula espinal al que se conecta, más su correspondiente número. Así, el cervical va del C1 al C8, el dorsal del D1 al D12, el lumbar, del L1 al L5 y el cóccix, correspondiente al nervio coccígeo.
Ganglios del sistema nervioso periférico
Un ganglio es un grupo de cuerpos celulares de neuronas en la periferia. Se pueden clasificar en ganglios sensoriales o ganglios autónomos, según sus funciones primarias.
El ganglio sensorial más común es el ganglio de la raíz dorsal (posterior). Otro tipo de ganglio sensorial es el ganglio del nervio craneal. Las raíces de los nervios craneales se encuentran dentro del cráneo, mientras los ganglios se encuentran fuera de éste.
Otras categorías de ganglios son las del sistema nervioso autónomo, que está dividido en sistema simpático y parasimpático.
Los ganglios de la cadena simpática constituyen una fila a lo largo de la columna vertebral. Surgen desde el asta lateral de la médula espinal lumbar y torácica superior.
Mientras que los ganglios parasimpáticos, se encuentran junto a los órganos donde actúan. Aunque existen algunos ganglios parasimpáticos en la cabeza y en el cuello.

Enfermedades del sistema nervioso periférico


Los nervios periféricos son una extensa y complicada red que constituye un sistema muy frágil. Los nervios de este sistema pueden dañarse por presión, síndromes o problemas neurológicos. Hay personas que nacen con afectaciones de este tipo mientras que otras son adquiridas.
En definitiva, existe una gran variedad de patologías que pueden afectar al sistema nervioso periférico. Algunas de ellas son:
– Neuropatía: suele ser consecuencia de otra condición y existen muchos tipos. Implica un daño en cualquier nervio o nervios del organismo. Los síntomas que provoca normalmente consisten en hormigueo y entumecimiento.
Por ejemplo, un tipo es la neuropatía diabética. Al parecer, un alto contenido de azúcar en la sangre puede afectar a los nervios. Esto produce alta frecuencia cardíaca, mareos, debilidad muscular, cambios en la visión, dolor en las extremidades, pérdida de sensibilidad, entre otros.
También pueden darse problemas en los nervios por consumir elevadas cantidades de alcohol, produciéndose la neuropatía alcohólica.



Higado Graso

Hígado graso Otros nombres: Enfermedad por hígado graso, Esteatosis hepática, Hígado adiposo Introducción ¿Qué es la enfermedad...